martes, 24 de mayo de 2011
EL IMPOSIBLE AMOR DEL BARÓN ASHLER.
Mucho antes de la normalización del travestismo y la transexualidad en España, nos moríamos de miedo al escuchar las voces empotradas de hombre y mujer en el barón Ashler. Una especie de monje hermafrodita, con ambos géneros divididos por una mediatriz de los pies a la cabeza, obsesionado en aniquilar a un robot sin alma al que admirábamos como si la tuviera: Mazinger Z. La vida del barón Ashler es un fracaso rutinario. Jamás pudo con el ídolo infantil de los puños fuera y el fuego de pecho.
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